martes, 23 de octubre de 2018

PERSONAS FELICES, HOGARES FELICES


TALLER FAMILIAR

"PERSONAS FELICES, HOGARES FELICES"


Actividad programada en el marco de la temporada "Biblioteca en Otoño", a cargo de Vanessa Sánchez.

Con el propósito de ir conociendo formas de compartir el tiempo en familia para aumentar la felicidad en el hogar.

Actividad para realizar en familia con niños mayores de 5 años.

Imprescindible inscripción previa. !!! Te esperamos ¡¡¡

sábado, 17 de marzo de 2018

FOTOLECTURA 2018


FOTOLECTURA 2018

¡ HAZTE UN BOOKFACE !



Celebración: plazo de entrega hasta el 11 mayo de 2018
Concurso convocado  por el Movimiento de Bibliotecas Rurales (MBR) y la Subdirección general del Libro de la Comunidad de Madrid que se llavará a cabo en dos fases: 1ª Fase en la Biblioteca de Fuente el Saz de Jarama y 2ª Fase entre todas las Bibliotecas de la Comunidad de Madrid.
Bases 1ª fase Fuente el Saz:
  • Se trata de crear una IMAGEN BOOKFACE: hacer coincidir una parte del cuerpo (cara, manos….) o de la indumentaria con la imagen de la portada de un libro, para conseguir el efecto de encajar la realidad con el libro.
  • Tres categorías: infantil, juvenil y adultos.
  • Cada participante puede presentar un máximo de tres fotografías. Cada foto debe tener un título.
  • Envía las fotos a nuestro correo: biblioteca@ayuntamientofuentelsaz.com 
  • Indica en el mismo correo tus datos: nombre y apellidos, fecha de nacimiento y correo electrónico. (Si eres menor de 18 años, incluir además, el nombre de los padres o tutor).
  • Las fotos premiadas en esta 1ª fase competirán representando a la Biblioteca de Fuente el Saz en una 2º fase con las fotografías premiadas en las bibliotecas participantes en el concurso. (Ver Bases Generales).

P R E M I O S
1ª Fase: Biblioteca de Fuente el Saz
- Un eBook (libro digital) para cada categoría
- Edición de Marcapáginas con las fotos ganadoras,
para su distribución (hasta agotar existencias)
 
P R E M I O S
2ª Fase: Bibliotecas Comunidad de Madrid
Adultos (+18 años): cheque regalo 200€ para libros
Juvenil (13-17 años): cheque regalo 200€ para libros
Infantil (Hasta 12 años: cheque regalo 50€ para libros


Bases generales:

El Movimiento de Bibliotecas Rurales (MBR) y la Subdirección General del Libro de la Comunidad de Madrid convocan un concurso de fotografía digital titulado “Fotolectura 2018: Hazte un bookface”.

 La participación en el concurso se realizará a través de las bibliotecas participantes.

2. El Concurso tiene por objeto crear una IMAGEN BOOKFACE, que consiste en hacer coincidir una parte real del cuerpo (cara, manos, etc.) o de la indumentaria, con la imagen de la portada de un libro, disco o DVD jugando con los colores, las proporciones o la luz para conseguir el efecto de encajar la realidad con el libro.

 3. El concurso consta dos fases. Las bibliotecas participantes organizarán la primera fase, en ella cada biblioteca entregará un premio a la mejor fotografía de cada categoría. Los ganadores de la primera fase competirán en la segunda fase. El ganador absoluto de cada categoría será elegido de entre los ganadores de la primera fase. El Movimiento de Bibliotecas Rurales y la Comunidad de Madrid organizarán la segunda fase.

4. Podrá participar cualquier persona, excepto el personal de las bibliotecas participantes.

5. Las fotografías deberán ser originales y no haber sido seleccionadas en cualquier otro concurso.

6. Se establecen tres categorías: infantil (hasta 12 años), juvenil (entre 13 y 17 años) y adultos (desde 18 años). Cada participante podrá presentar un máximo de tres fotografías. Las fotografías no podrán contener imágenes discriminatorias, obscenas o violentas.

7. Para participar, las fotografías deberán ser entregadas en alguna de las bibliotecas participantes por el medio establecido en las bases particulares de cada biblioteca (correo electrónico, presencialmente, a través de redes sociales, etc.). Solo se permitirá participar en una biblioteca con una o más fotografías.

 8. Los participantes deberán aportar en la biblioteca en la que participen (por el medio que establezca cada biblioteca) la siguiente información: Nombre del autor de la fotografía Fecha de nacimiento Dirección de email Número de teléfono En el caso de que en las fotos aparecieran personas reconocibles se deberá incluir la información de esas personas (nombre, número de teléfono y dirección de correo, indicando su conformidad para ser fotografiado y exhibido).

9. Los menores de 18 años deberán incluir el nombre de la madre, el padre o tutor con su número de teléfono, dirección postal y dirección de correo electrónico.

10. Cada biblioteca, en sus bases particulares, establecerá la fecha límite para entregar las fotos y la fecha de entrega de premios de la primera fase, que será posterior al 16 de abril y anterior al 19 de mayo del 2018. Cada biblioteca designará por los medios que establezca en las bases particulares los ganadores de la primera fase (votación mediante redes sociales o jurado) y se encargará de adquirir y entregar los premios de la primera fase.

11. Los ganadores de la fase final se darán a conocer en un acto público que tendrá lugar después del 26 de mayo de 2018. Los premios de esta fase serán patrocinados por la Subdirección General del Libro de la Comunidad de Madrid, y consistirán en un cheque regalo para la compra de libros por valor de 200 € para las categorías de adultos y juvenil, y por valor de 150 € para la categoría infantil. El jurado de la fase final será seleccionado por los bibliotecarios del Movimiento de Bibliotecas Rurales y la Subdirección General del Libro de la Comunidad de Madrid.

viernes, 22 de diciembre de 2017

Y SE ARMÓ EL BELÉN



Y SE ARMÓ EL BELÉN : LA LLEGADA DEL BELÉN NAPOLITANO A ESPAÑA



Aunque existen otras teorías, la mayor parte de los expertos sitúan el nacimiento de la tradición de representar al nacimiento de Jesús (Belenismo) en la península italiana, con la primera representación conocida en 1223 de  San Francisco de Asís. Ya en el siglo XIV esta costumbre de representar el “pesebre” empezó a ser utilizada por la órdenes mendicantes (especialmente franciscanos) como un elemento de predicación. Poco a poco se consolidó en costumbre, primero en Italia y luego en el resto de Italia, pasando del ámbito exclusivamente eclesiástico al popular.
En este punto, se cruza en nuestra historia un madrileño, que siendo infante de España llegó a coronarse como Carlos  VII  de Nápoles y Sicilia  y más tarde como Carlos III de España. Fue precisamente en este Reino de las Dos Sicilias, donde la tradición del belenismo alcanzó su mayor esplendor, especialmente durante la segunda mitad del siglo XVIII. Los Belenes napolitanos se caracterizan por su espectacular escenografía y por la profusión de figuras que incluyen escenas y tipos populares de gran realismo y expresividad, ofreciendo una gran riqueza iconográfica de indudable interés etnológico. Otra característica de los belenes napolitanos es el paisaje que sirve de fondo a las escenas. La gruta franciscana original se cambia en un templo pagano en ruinas que recordaba a las recientes excavaciones en Herculano, además de casas y otras arquitecturas para la ambientación de las escenas. No era de extrañar.

La tradición de los presepi trascendió el ámbito religioso, para ser adoptada por la corte y la nobleza. Primero fue impulsada por los diferentes virreyes de Nápoles, luego por Carlos III, entonces Carlos de Borbón fundador de la Fábrica de porcelana de Capodimonte, que mandó realizar figuras para el Belén privado de palacio. Carlos III compartía con su esposa su afición por este arte. Ya en Nápoles habilitaban una sala para el montaje del Belén que era visitado por el pueblo con lo que influyeron para que finalmente transcendiera al ámbito popular.

Pero la muerte de su hermanastro Fernando VI sin sucesor lo convirtió a él y a su esposa, María Amalia de Sajonia, en reyes de España y de las Indias. A su llegada a España los monarcas importan algunas de las costumbres napolitanas con las que habían convivido como la de montar la representación del nacimiento durante las Navidades, una actividad de la que eran muy aficionados. De hecho, hicieron traer desde Nápoles cerca de 7.000 estatuillas.
(Maria Amalia de Sajonia)

Los reyes disfrutaban mucho con este acontecimiento en Nápoles y optaron por seguir practicándolo en su ‘nueva vida’. Amalia de Sajonia desplegó un bonito belén en el Palacio del Buen Retiro, ya que el Palacio Real no estaba finalizado aún, en las únicas Navidades que pasó en España, las de 1760 y lo mostró a la gente, teniendo una gran acogida. Un año más tarde fallecía sin saber que había impulsado una costumbre que dura aún hasta nuestros días.

Pese a la muerte de Amalia, Carlos siguió con la costumbre de montar el Belén, una representación que no retiraba hasta el 2 de febrero. Figuras de enorme belleza y valor que permanecían en Palacio para que el pueblo las pudiese contemplar, años más tarde decide superarse e idea la creación del Belén del Príncipe, un encargo de Carlos III para su hijo Carlos IV y que todavía se puede admirar todos los años en el Palacio Real.
Carlos III montaba con pasión y esmero ese belén que más tarde mostraba con orgullo al pueblo. Las clases más altas y la nobleza no quisieron ser menos y copiaron esta tradición real encargando  en Nápoles las afamadas figuras articuladas con la cabeza, manos y pies de terracota, vestidas con ricos trajes de la época confeccionados en seda, terciopelo o raso. Una costumbre que con el paso de los años se fue extendiendo hasta las clases más pudientes y humildes. Años más tarde, en todos los hogares españoles, cada uno acorde a sus posibilidades, había un belén.

Hoy en día se pueden visitar varios ejemplos representativos del inicio de esta tradición en tiempos de Carlos III.
El Belén del Príncipe: Carlos III encargó para su hijo Carlos el llamado Belén del Príncipe a los escultores Esteve Bonet y José Ginés. «Los belenes de palacio llegaron a contar con casi 6.000 figuras». Actualmente se expone todas las navidades en el Salón de Alabarderos del Palacio Real de Madrid.

El Belén de Carlos III de la Comunidad de Madrid: La Real Casa de Correos, sede de la Comunidad de Madrid ubicada en plena Puerta del Sol, presenta un año más su destacado conjunto belenístico, que rendirá de nuevo homenaje al rey Carlos III. Los 150 metros cuadrados de superficie que ocupará este gran Belén incluirán, además de las tradicionales imágenes de la vida de Jesús de Nazaret, reproducciones artesanales de los principales monumentos de Madrid, que fueron promovidos o finalizados durante el mandato del monarca.
El Belén de la Iglesia de San Ginés: El belén barroco de Carlos III en la Real Iglesia de San Ginés de Madrid es uno de los más bellos de la capital de España. Situado en la calle Arenal, entre Palacio Real y la Puerta del Sol, es uno de los belenes que nadie debiera perderse por su historia y belleza.

miércoles, 15 de noviembre de 2017

ADOLESCENCIA DE GLORIA FUERTES

ADOLESCENCIA DE GLORIA FUERTES

A Gloria Fuertes empieza a interesarlo la poesía con 14 años y comienza a escribir poemas. Por esa época ha de ayudar a su madre en las labores de limpieza nocturna en una revista “Lecturas” (en esa época la revista era una publicación cultural dedicada a la escritura).  Aprovechando la ocasión, Gloria deja en la mesa del director su primer poema: “Niñez, juventud, vejez”, y a los pocos días aparece publicado en la revista. Era el año 1932



Uno de los pocos amigos de aquellos años fue un vecino, Miguel Gila, que en años posteriores se convirtió en un famoso humorista.
Poco después su madre la matricula en el Instituto de Educación Profesional de la Mujer. Allí obtuvo el título de Taquigrafía y Mecanografía, así como de Higiene y Puericultura. Después, se matriculó en Gramática y Literatura. Ya tenía claro que no quería ser modista, ni niñera, ni limpiadora. Su familia no comprende sus aficiones, muy poco frecuentes en esa época en chicas de su edad: le entusiasmaba la poesía y el deporte. A pesar de la incomprensión de su entorno, ella sigue leyendo mucho y escribiendo.
En 1934, muere su madre y Gloria se ve obligada a dejar los estudios y empezar a trabajar. Consigue un empleo como contable en una fábrica: Talleres Metalúrgicos, una fábrica de armamento militar, un trabajo que odia. “A mi me gustan los cuentos no las cuentas”.
 Ese año escribe el que será su primer libro de poemas: “Isla ignorada”, aunque el libro no podrá publicarse hasta años más tarde. Tenía 17 años

Isla Ignorada

  Soy como esa isla que ignorada
late acunada por árboles jugosos
- en el centro de un mar
que no me entiende,
rodeada de nada,
sola sólo... 

.


martes, 7 de noviembre de 2017

Infancia de Gloria Fuertes


Los primeros años de Gloria Fuertes
Gloria Fuertes nació el 28 de julio de 1917, en Madrid, en el barrio de Lavapiés. Su padre era conserje y su madre costurera y mujer de la limpieza. Tuvo tres hermanos y una hermana y salvo Angelín, que murió  a los 7 años, todos bastante mayores que ella. Durante varios años, su padre trabajó de conserje en la Fundación Gota de Leche, una obra social destinada a que las madres sin recursos pudieran ofrecer a sus hijos cuidados y sobre todo leche gratis. Esta entidad se ubicaba muy cerca de su casa, por lo que Gloria Fuertes pasó mucho tiempo de su infancia viendo bebés y niños hambrientos.
A los tres años comienza a ir a un colegio de monjas. Y a los cinco años se lanza a escribir sus propios cuentos que también ilustra ella misma y lee al resto de los niños de su barrio. En el seno de su humilde familia no había dinero para juguetes pero Gloria lo suple con su imaginación y se refugia en la lectura, creando un mundo de fantasía; se inventa amigos como “Coleta”, que será uno de las protagonistas de sus cuentos y poemas.
Entre sus primeras lecturas está el TBO, una revista de lo que hoy conocemos como cómics o historietas gráficas. Aborrece, en cambio los cuentos de hadas, de heroínas que mueren devoradas por lobos y finales terribles; le gustan los finales felices.
A lo largo de su infancia, estuvo en varios colegios,  de los que fue expulsada en tres ocasiones por desobediencia a los profesores. En una ocasión la expulsaron por poner en la pizarra “Los niños vienen de Parir”; ella pensaba que era una errata decir que los “niños vienen de París”.
No fue una buena estudiante, sacaba malas notas y se inventó un sistema propio de calificación basada en ceros; cuantos más ceros más valor. De esta forma, comienza a evaluar sus propias creaciones: poesías, historias, dibujos…).
 Y así pasó sus primeros años, leyendo, inventando y jugando en su barrio entre Lavapiés y Tirso de Molina.
Ventanas pintadas
Vivía en una casa con dos ventanas de verdad y las otras dos pintadas en la fachada
Aquellas ventanas pintadas fueron mi primer dolor
Palpaba las paredes del pasillo,
Intentando encontrar las ventanas por dentro
Toda mi infancia la pasé con el deseo
De asomarme para ver lo que se veía
Desde aquellas ventanas que no existieron.

La Comunión 
Cuando hice la primera comunión
yo no era un niño ni una niña
era un poeta de seis años,
me pasé todo el día sin hablar
y toda la noche llorando

Preescolar
No olvidar
que el hombre es el único animal
que bebe sin tener sed,
que mata sin tener hambre..
Total:
No olvidad
que el hombre es el único animal

Fuentes: “El libro de Gloria Fuertes: antología de poemas y vida”. Ed. Blackie books; Obras incompletas/Gloria Fuertes. Ed. Cátedra.; www.gloriafuertes.org.


viernes, 27 de octubre de 2017

EnRedados con -Gloria Fuertes


Gloria Fuertes nació en Madrid el 28 de julio de 1917. Fue escritora de narrativa, poesía, teatro y sobre todo muy conocida como autora de literatura infantil y juvenil. 
Se cumplen 100 años de su nacimiento. Con el fin de conmemorar este acontecimiento, nuestra biblioteca ha preparado un programa de Reseñas Semanales a través de las cuales iremos descubriendo y conociendo un poco más a esta gran escritora, su vida, sus poemas, su trayectoria literaria.
Todas las semanas colgaremos en nuestro Blog, Twitter y  Facebook una pequeña reseña, nuestro pequeño homenaje a esta gran escritora española. Asimismo, os animamos a que colguéis en nuestro muro de Facebook poemas de la autora.
Inauguramos esta sección con un poema donde ella misma nos cuenta, en versos, su biografía:
AUTOBIOGRAFÍA
Gloria Fuertes nació en Madrid
a los dos días de edad,
pues fue muy laborioso el parto de mi madre
que si se descuida muere por vivirme.
A los tres años ya sabía leer
y a los seis ya sabía mis labores.
Yo era buena y delgada,
alta y algo enferma.
A los nueve años me pilló un carro
y a los catorce me pilló la guerra;
A los quince se murió mi madre, se fue cuando más falta me hacía.
Aprendí a regatear en las tiendas
y a ir a los pueblos por zanahorias.
Por entonces empecé con los amores,
-no digo nombres-,
gracias a eso, pude sobrellevar
mi juventud de barrio.
Quise ir a la guerra, para pararla,
pero me detuvieron a mitad del camino.
Luego me salió una oficina,
donde trabajo como si fuera tonta,
-pero Dios y el botones saben que no lo soy-.
Escribo por las noches
y voy al campo mucho.
Todos los míos han muerto hace años
y estoy más sola que yo misma.
He publicado versos en todos los calendarios,
escribo en un periódico de niños,
y quiero comprarme a plazos una flor natural
como las que le dan a Pemán algunas veces

jueves, 26 de octubre de 2017

¡ Viva el rey ! ¡ Muera Esquilache ¡



EL  MOTÍN DE ESQUILACHE




Motín de Esquilache. Tuvo lugar en Madrid en marzo de 1766. Su detonante fue la publicación de la norma municipal que regulaba la vestimenta de los madrileños, dictada por Leopoldo de Gregorio, I marqués de Esquilache (1700-1785).


En el año 1766 estalló el conocido como motín de Esquilache, pero además otros motines en unas setenta localidades, lo que demuestra la magnitud de la protesta en pleno despotismo ilustrado. Las causas de dichos motines no están claras. Por un lado los disturbios fueron una manipulación popular de sectores políticos contrarios a las primeras iniciativas reformistas del rey, de los que se ha acusado abiertamente a los jesuitas, pero por otro lado se trata de un motín típico por crisis de subsistencia provocado por la subida de los precios de los cereales, y por tanto del pan.



En la primavera de 1766, justo en los meses previos a la cosecha, hubo una gran escasez de trigo con la consiguiente subida de precios que en ese año fue especialmente importante. Pero en este caso, además, había otro factor. 
El gobierno ilustrado había establecido una serie de medidas de liberalización económica, como la abolición de la tasa de granos por una Real Pragmática de 1765. Los ilustrados buscaban fomentar un mercado libre y no seguir con la tradicional intervención en los precios del cereal, política seguida por el poder para evitar que subiera el precio del pan y evitar conflictos. Esta fue la principal motivación para la mayoría de los motines. En Madrid se complicó con el asunto de la protesta contra la presencia de extranjeros en el poder como el famoso Esquilache. Así pues, en la Villa y Corte los amotinados además de pedir la rebaja de los precios de los productos básicos comestibles, exigieron la caída del italiano y que desaparecieran los extranjeros de la administración tomando como pretexto, la disposición del impopular Esquilache que pretendía erradicar vestimentas tradicionales como la capa larga y ale chambergo. Los amotinados del resto de las ciudades, que eran jornaleros, labradores modestos, artesanos y desocupados, se centraron en protestar por los precios altos contra las autoridades locales y los acaparadores de grano, que con sus acciones contribuían a aumentar de forma artificial aún más los precios. Reclamaban la vuelta a la tasa, a precios bajos controlados. Conviene señalar que algunos lugares de señorío, especialmente en Valencia, estos motines se complicaron con protestas antiseñoriales.

El resultado de los motines fue variado. En Madrid, el monarca, muy asustado por lo que había ocurrido a las mismas puertas de su palacio, optó por retirar del poder a Esquilache, y nombrar nuevos responsables. En realidad, el motín de Esquilache puede ser considerado un punto de inflexión en el reinado de Carlos III, ya que, a partir de entonces, además de españolizar completamente la administración, se optó por un reformismo más templado. Por otro lado, también se tomaron medidas represivas, ya que para el absolutismo era impensable aceptar rebeliones. Algunas de las medidas de reforzamiento del control de la población, con creación de algunas nuevas instituciones, tienen que ver con el pánico que la Corona tenía a las revueltas urbanas y mucho más en la propia sede de la Corte. Pero también se tuvieron en cuenta alguna de las demandas, como hemos comprobado en la destitución de Esquilache. En este sentido, se tomaron medidas en algunas localidades donde se comprobó la existencia de abusos cometidos por autoridades y acaparadores. Además, es importante destacar que el despotismo ilustrado creó dos nuevos cargos municipales encargados de velar por los intereses populares, el síndico personero y el diputado del común. También se procedió al reparto de tierras baldías y de los Concejos para aliviar las tensiones y permitir el acceso a la propiedad a jornaleros.
Leopoldo de Gregorio, I marqués de Esquilache (1700-1785)

Para determinar la culpa de los instigadores se realizó un Pesquisa Secreta llevada a cabo por Aranda y Campomanes, que encontraron como chivo expiatorio a enemigos políticos como Ensenada y a la orden de los jesuitas , que será expulsada un año más tarde, en 1767, de todos los territorios de la Monarquía Hispanica.

jueves, 19 de octubre de 2017

DESARROLLO DE LA RED VIARIA NACIONAL



DESARROLLO DE LA RED VIARIA NACIONAL



Fueron los Borbones en el siglo XVIII los que comenzaron a impulsar el proyecto de la mejora de las calzadas. Su objetivo era adecuar las carreteras a la estructura centralizada del Estado y reforzar así las comunicaciones y atender a la demanda de los flujos comerciales que el comercio y la agricultura venían necesitando. Con los Borbones llega el concepto de “camino real”. Dentro de esta dinastía, especialmente Carlos III proyectará una red de caminos permanente en el país. La solución fue hacer una red radial de caminos reales que uniría la capital del Estado con las poblaciones más importantes. Además de unir entre otras poblaciones menos importantes.


Dentro de este proceso, apareció el primer mapa de carreteras de España, tan detallados como el llevado a cabo por los jesuitas Carlos Martínez y Claudio de la Vega entre 1739 y 1743, el primer mapa de carreteras de España.

Para trazarlo se sirvieron de datos astronómicos y utilizaron las técnicas cartográficas más modernas hasta el momento. En él aparece representado el territorio peninsular, exceptuando Galicia, Asturias, León, Castilla la Vieja (menos Ávila y Logroño) dado que en esos territorios no se habían llevado a cabo las operaciones geométricas necesarias. Las carreteras aparecen representadas en líneas finas de color rojo y negro, además de utilizar signos para indicar la situación de plazas, puentes, murallas… Aunque no aparezca representado el territorio español al completo, es el mejor mapa realizado hasta la fecha.
Pero el gran cambio se produjo en 1761 con la publicación del Real Decreto expedido “para hacer caminos rectos y sólidos en España”, que facilitasen el comercio entre las diferentes regiones. Tal y como reza el Real Decreto las operaciones de restauración empezaron por las vías principales y continuaron por las secundarías con el objetivo de mejorar las comunicaciones entre ellas:
“comenzando por los principales desde la Corte a las provincias, con asignación fija, y que concluidos éstos se vayan ejecutando todos los demás que aseguren la fácil comunicación de unas provincias con otras y aún de unos pueblos con otros”

Esta fue la primera disposición española similar a un plan general de caminos. Así, durante el reinado de Carlos III tiene lugar el nacimiento de la nueva red de carreteras con estructura radial centrada en Madrid. La obra consistía en la comunicación de Madrid con Andalucía, Cataluña, Valencia, Galicia, Burgos y Extremadura. Pronto se sumaron las carreteras de Madrid a Francia por Irún y de Madrid a Badajoz y a la frontera portuguesa.

El proyecto consistía en el ensanchamiento de antiguas vías, en el empedrado de ciertos tramos, en el aumento de la longitud de la red e, incluso, en la creación de nuevos trazados que acortaran distancias. Así, se conformaron dos tipos de caminos: los de ruedas, beneficiarios de las nuevas obras de infraestructuras realizadas, que facilitaban el traslado a través del uso de carros y carretas y que agilizaban el transporte, proporcionando una mayor velocidad y aumentando el volumen de mercancías transportadas por viaje; y, los caminos de herradura, que conformaban la antigua red y que no permitían un rápido ni eficaz transporte.

jueves, 5 de octubre de 2017

¡QUE VIVA EL ALCALDE!


¡ QUE VIVA EL ALCALDE !
 O 
LA REFORMA DEL LA ADMINISTRACIÓN LOCAL



En su búsqueda de una organización eficaz del aparato estatal, Carlos III decidió abordar la reforma de la administración. Abandonó instituciones y modos de la anterior Casa de los Austrias y adoptó nuevos modelos a imagen de la administración francesa.

Desde la llegada a España de la dinastía de los Borbones, los antecesores de Carlos III se habían caracterizado por la supresión de fueros y privilegios locales, en favor de un poder y una administración centralizada.

A nivel estatal lleva a cabo una progresiva sustitución de los "Consejos" por las "Secretarías de Estado".

 A nivel Regional se crea la figura del "Capitán General" para sustituir a los "Virreyes".

A nivel provincial se crea el cargo de "Intendente" como una figura que depende directamente de los consejos/secretrarías para contrarrestar el poder de las oligarquías locales que abusaban escandalosamente de la venta de "oficios" municipales.

Pero vayamos al marco político de esta situación. En 1766, algunas de las reformas emprendidas por este monarca fracasan o generan poca aceptación. A lo largo se ese año se van a producir graves disturbios, siendo el más conocido "el Motín de Esquilache". Tras él, el monarca va a frenar el ritmo de sus reformas o a echar marcha atrás con algunas. Por otro lado, para congraciarse con las clases populares y  buscando la aceptación de sus medidas emprende una serie de reforma para modernizar la administración local. 


Creó la figura de los Diputados y Personeros del Común para ordenar la política local de abastos y mitigar las carestías que habían desembocado en los anteriores levantamientos. Dos años más tarde se introdujo la figura de los Alcaldes de Quartel y Alcaldes de Barrio. Como apuntamos anteriormente, limitó las influencias de las oligarquías locales en la elección de los cargos municipales y abrió la participación popular en estos cargos por medio de la elección del "Sindico Personero" y el "Diputado del Común". Lo revolucionario de estas reformas estaba en que estas figuras no solo representarían la opinión popular sino que serían elegidos por sufragio de entre y por los vecinos de cada Ayuntamiento.




jueves, 28 de septiembre de 2017

LA REFORMA DEL EJÉRCITO


LA REFORMA DEL EJÉRCITO




Muchos han visto el final de la Guerra de Sucesión con el Tratado de Utrecht y el desmembramiento de los territorios bajo soberanía española como el inicio de la decadencia del poder español. Aunque las reformas de la nueva dinastía Borbón supusieron mejoras y modernización en muchos sentidos, la reputación de ejército y la marina dejaba mucho que desear. Un observador inglés escribía a comienzos del siglo XVIII “Aunque España ha hecho algún avance al comienzo del siglo, las tropas españolas siguen desanimadas, ahogadas, pobres, no pagadas, desnudas, sin oficialidad, un paquete indisciplinado de miserias”.

Felipe V comenzó las reformas en el ejército reorganizándolo, modernizándolo y aumentando sus efectivos gracias a Patiño (verdadero transformador del ejército). Con esta herramienta emprendió una serie de campañas y expediciones limitadas conforme a las posibilidades económicas de la Hacienda Real (Cerdeña, Sicilia, Orán, etc.).


Los efectivos disponibles para la defensa de tan vastos territorios eran proporcionalmente reducidos y la unidad básica de infantería era el “Tercio”, que se encontraba claramente desfasado para las técnicas y agrupaciones de la época. El Ejército francés pasó a ser el espejo en el que se basan la reformas de las fuerzas españolas. En 1704 comenzó la transformación de los antiguos tercios españoles (infantería y caballería) en nuevas unidades denominadas regimientos. De esta forma la unidad básica pasaba de 3.000 a 600 hombres y en su denominación desaparecía el nombre de su comandante por la denominación geográfica de su procedencia, a pesar de lo cual pervivieron muchas tradiciones el ejército de los Habsburgo.



Paralelamente al resto de Europa se inició una progresiva profesionalización del ejército, tanto en tropa, como sobre todo en mandos. Comenzó así la formación académico/militar de la oficialidad, cuya procedencia deja de ser un monopolio de la aristocracia.

Carlos III pretendía situar a España entre las principales potencias europeas, para lograrlo una de las reformas que primero emprendió fueron las de la armada y el ejército. Esta necesidad se hizo evidente tras la participación de España en la Guerra de los Siete Años (1756-1763) en la que el ejército demostró una patente falta de preparación.

El monarca prestó gran atención a los asuntos militares. A pesar de las importantes transformaciones comenzadas con su abuelo, la realidad imponía la ampliación y continuación de estas.

Carlos III dejó un poco de lado el modelo francés y se fijó en el modelo prusiano, para lo cual comisionó varios oficiales para que visitasen las principales academias prusianas. Con estos datos renovó el sistema de enseñanza militar. 


En 1764, las escuelas de artillería de Cádiz y de Barcelona se unificaron y se establecieron en Segovia. Paralelamente, se dotó a este cuerpo con cañones pesados y con este fin se crearon fundiciones en Liérganes y La Cavada, Sevilla y Barcelona y se recurrieron a expertos fundidores extranjeros.

También fundó la Academia Militar de Ávila para reformar la caballería, infantería e ingenieros. La Academia de infantería de Ávila pasó a Puerto de Santa María posteriormente, la de caballería se instaló en Ocaña y la de artillería en Segovia.

La infantería adoptó la táctica de línea con tres en fondo, lo que permitía gran potencia de fuego, pero requería gran disciplina de movimientos. También se desarrolló una infantería ligera que luchaba a modo de guerrilla como estaba de moda en Europa en ese tiempo.


La caballería fue entrenada para cargas masivas coordinadas, aunque no se abandonó la antigua fuerza de dragones que actuaba más individualmente. 


También se trató de abordar otro de los problemas crónicos del ejército español: los abastecimientos o logística en todas sus facetas: alimentos, pólvora, balas, uniformes, botas… Por decreto 4 de octubre de 1766 se adjudicaron pagas a los soldados. También se les adjudicó uniforme ya que en algunos casos el soldado tenía que comprar su propia comida y parte de su equipo. Paralelamente se trató de normalizar y racionalizar los suministros y de controlar la labor de los intendentes.


Aumentó y reorganizó las milicias provinciales. Una ordenanza de 1766 mandó reclutar milicias en las principales poblaciones de España. El número de soldados de la milicia se distribuía en función del vecindario de cada pueblo de la provincia. Los requisitos de ingreso eran semejantes a los que exigía el ejército. Las milicias permanecían normalmente en la provincia de origen de los reclutas. Los milicianos tenían un fuero especial, semejante al militar. Y desde un cuerpo de milicias se podía pasar al ejército regular.

Modificó el sistema de recluta introduciendo el sistema de quintas. Hasta el momento el ejercito cubría sus necesidades de reemplazos de varias formas. Voluntariamente mediante el enganche o recluta con el que su cubrían parcialmente las necesidades de hombres que no se alcanzaban de forma convencional e incluían extranjeros (p.e. regimientos valones o italianos). Forzosamente mediante las levas forzosas, a las que se recurría de forma eventual en períodos de guerra y mayor necesidad de hombres. Fueron famosas las "levas forzosas de vagos y malentretenidos", suponían la inclusión de criminales, mendigos y vagos. Este colectivo hacía muy difícil la disciplina militar y pronto se abandonó. También obligatorio era el sistema de quintasEn 13 de diciembre de 1770 se implantó el sistema de quintas anuales, modificando el sistema de reemplazos en el ejército o realización de quintas cuando parecía conveniente. Carlos III había constatado que los regimientos no podían cubrir sus bajas con la recluta ordinaria y por ello dio la Real Orden de 13 de noviembre de 1770 imponiendo un sistema de quintas para mozos de 17 a 36 años por sorteo en quintas. Los afectados por el sorteo no podrían ser sustituidos, pero debían poseer las mismas condiciones físicas que se exigían a los reclutas ordinarios aunque eximían a muchos colectivos. Esta Real Orden estuvo vigente hasta 1800.

Pero la principal aportación de Carlos III fueron Las Ordenanzas militares de 1768En 1768 se aprobaron las Ordenanzas de S.M. para el Régimen, Disciplina, Subordinación y Servicio de sus Ejércitos de 22 de octubre de 1768.  Carlos III realizó unas nuevas y exhaustivas Reales Ordenanzas para el ejército que era un compendio que regulaba prácticamente todos los aspectos necesarios para el funcionamiento del ejército, y que estuvieron formalmente vigentes hasta la reforma de 1978, las más longevas. 


Se organizaba el ejército en regimientos y se establecía su régimen económico. 
Se fijaban los deberes y competencias de cada escalafón militar, lo cual era la primera vez que se hacía, y pareció una afrenta a los nobles, sobre todo porque fijaba los ascensos sin tener en cuenta la posición social ni la antigüedad en el ejército, sino la idoneidad para el cargo.
Se fijaban los honores militares debidos a las autoridades del Estado y del ejército.
En infantería y caballería se incorporaron tácticas prusianas de formación militar, manejo de arma y evoluciones de la infantería, y se cambió del tradicional orden de combate profundo francés, al orden abierto prusiano.
Se fijaban los trabajos de guarnición en tiempos de paz.
Se fijaban los servicios en tiempos de campaña militar.
Se organizaba la justicia militar.
El soldado debía permanecer 7 años si servía en infantería, u 8 en caballería, y eran equivalentes a 10 los años de servicio en milicias de cara a los cambios de destino entre ellos. 

En resumen, Carlos III puso las bases de un ejército permanente, nutrido principalmente, por un servicio militar obligatorio de quintas y modernizado en material, técnicas y formación.